jueves, 14 de junio de 2007

MÁS QUE UN REGALO



¿A quién no le gusta recibir un regalo? Desde un simple llavero a un sofisticado calendario electrónico. Todos los regalos son siempre bien recibidos pero no todos se recuerdan con la misma intensidad... dependerá de cómo te lo han entregado.

Obsequiar a nuestros clientes o proveedores con un pequeño detalle en según que épocas del año, se ha convertido en un elemento de promoción del negocio, de captación de clientes y de fidelización de los ya existentes.

No es sólo el calendario a final de año, ni la camiseta o gorra, ni el mechero (¡que tal como están los humos…!), sino que ahora encontramos artículos de reclamo, cada vez más sofisticados e ingeniosos, relacionados con nuestro negocio para cada temporada, que refuerzan nuestra imagen. Para este verano encontramos desde zapatillas, almohadillas de playa hinchables con radio, scooters de agua, ceniceros con tapa para la playa, neveritas, sombrillas (se imagina una playa con varias sombrillas con su nombre…..cuanto vale esa publicidad??), …. Todo para que nuestros clientes disfruten y a la vez muestren el nombre de nuestro negocio en su día a día.

Con el tiempo, algunos de estos elementos se han convertido en objeto de culto, deseo y colección. Sino, quien no ha oído hablar del Calendario Pirelli. Gracias a las modelos seleccionadas, cada año consiguen salir en prensa, televisión y miles de medios de comunicación de todo el mundo y, no por hablar de lo bien que van los neumáticos, no, sino de las maravillosas mujeres que conforman cada uno de los meses.

Otros ejemplos algo más recientes, serían la promoción del 11811 de este verano que regalan 68.000 gafas de sol entre las personas que utilicen el servicio (ya se puede ver el anuncio en la tele).

O la promoción que hizo Saimaza, que repartió abanicos contra el calor y cafés en la pasada Feria de Sevilla, con el objetivo de potenciar la imagen de la marca entre los visitantes de la Feria.

Todavía me acuerdo también de una campaña promocional que me hicieron llegar para celebrar el primer aniversario en Barcelona del diario gratuito Metro. Además de realizar un mailing en varias partes (lo que en nuestro mundo se llama una campaña teaser), para incrementar la expectación sobre el producto, en el último envío recibí un rótulo como los que se pueden ver en el metro, indicando el nombre de la parada pero con mi nombre. Toda la oficina estuvo hablando de ello durante varios días y, lógicamente acudimos a la invitación que nos hicieron.

En otro momento, recibimos una zapatilla de la playa en un envío del Hotel Hilton de Barcelona, en el que solamente por llamar e informarte sobre los salones para eventos de que disponen, podías ir después a recoger la otra zapatilla al hotel. La persona de recepción dejó la zapatilla en la misma mesa y todo el mundo que entraba y salía de la oficina, le preguntaba sobre la zapatilla. Toda la empresa se enteró de que era el Hotel Hilton el que la había enviado.

O, también, lo que hizo un concesionario de automóviles para la feria del mismo nombre en Alemania. Enviaron la esfera de un reloj de una marca conocida a un grupo de directivos invitándolos a la feria para probar el nuevo modelo de coche que justo había lanzado su marca al mercado. Si llevabas la esfera, y hacías la prueba, te entregaban la correa gratuitamente. Tuvieron un éxito rotundo.

Estos son algunos de los ejemplos y casos de éxito en los que se utiliza una estrategia en la que se incluye un artículo promocional. El impacto en el público objetivo, supera en todos el impacto de un simple mensaje publicitario porque va directo a él. Pero hay que tener en cuenta una cosa: funciona porque se utilizó formando parte de una estrategia, ya sea de lanzamiento de producto, de promoción de verano, de aniversario, etc.

Por todo lo anterior, animo a todos aquellos empresarios o responsables comerciales y de marketing de empresas que quieran reforzar su imagen corporativa, que quieran realizar la promoción que tienen en mente o el lanzamiento de algún nuevo producto o servicio, que tengan en cuenta los artículos promocionales, o como mínimo que los consideren. Siempre, a ser posible, dentro de una estrategia. Para ello existen empresas especializadas que orientan en la mejor estrategia a seguir y el mejor objeto promocional, el mas adecuado a la imagen de su empresa o al mensaje que se quiere transmitir con él. El asesoramiento por parte de profesionales del sector estratégico del marketing, les guiará por la infinita variedad de productos y novedades y adaptará a su necesidad cualquier idea u objeto que se les ocurra.

Por tanto, recuerden: objetos promocionales, sí. Entregarlos porque sí, NO. Siempre con un objetivo claro y pensando muy bien a quién se dirigen y el tipo de empresa que somos.

Isabel Salvador
Consultora de Marketing
http://www.sivanaweb.com/